Cables eléctricos: ¿normas sin cumplir?
- 05/03/2019
- Actualidad
El POT planteó que el 35 % de las redes eléctricas en la ciudad deben ser subterráneas, pero hasta ahora sólo el 13 % de la tarea está hecha. La razón no es sólo estética sino de vida o muerte.
Los cables eléctricos son parte del paisaje en Bogotá. Se entretejen como una telaraña. En algunas zonas, incluso, están muy cerca de fachadas o techos. Sin embargo, más allá de lo estético, hay un asunto que suscita preocupación: las consecuencias del incumplimiento de lo que ha establecido el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y el desconocimiento de las reglas para construir a una distancia autorizada, lo cual ya ha cobrado vidas.
Según Codensa, hay casi 90.000 predios cerca de transformadores de alto voltaje o cables de alta tensión, condiciones que incrementan el riesgo de accidentalidad. A esto se pueden agregar las construcciones ilegales, que no cumplen el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (Retie). De acuerdo con la Secretaría de Hábitat, en la ciudad hay 146 barrios informales, los cuales carecen de permisos de construcción y desconocen las distancias permitidas para edificar cerca de instalaciones eléctricas.
Como consecuencia de la suma de estos factores se obtiene parte de las estadísticas de lesiones y muertes en accidentes eléctricos. Según cifras de Medicina Legal, el año pasado se registraron en el país 223 muertes, cuatro casos menos que en 2016, cuando se reportaron 227. Por su parte, según el Cuerpo de Bomberos de Bogotá, este año se han registran 11 incidentes, la mayoría sin consecuencias fatales.
Ante el panorama, vale la pena preguntarse cuál es el estado del cableado eléctrico en la ciudad y qué condiciones de seguridad tienen aquellos que desarrollan actividades cerca del sistema.
Los cables colgando, que no cumplen la distancia reglamentaria o que no son atendidos a tiempo por la empresa encargada de suministrar energía han sido causa de varios casos mortales. Uno de ellos fue el de una menor de 16 años que, en diciembre de 2016, se electrocutó con unos cables que colgaban encima de la terraza de su casa, ubicada en Suba. Aunque la vivienda no cumplía con la distancia reglamentaria, familiares advirtieron que llevaban más de 30 años conviviendo con esta situación y que Codensa no actuó con diligencia.
En febrero de este año, en la calle 80 con avenida Rojas, un cable de energía tendido en el suelo causó la muerte de un trabajador de la empresa de aseo Bogotá Limpia. Vecinos dijeron que habían denunciado la situación con anterioridad.
El caso más reciente sucedió hace dos meses, cuando dos obreros que se disponían a pintar la fachada de un establecimiento en el sector de Morato fueron víctimas de la electricidad. En este caso, el andamio hizo contacto con los cables de media tensión y la descarga acabó con la vida de uno de los empleados. El otro resultó herido.
En este y otros casos hay un factor común: la distancia a la que estaban ubicadas las viviendas y el estado de los cables. Al revisar datos de Medicina legal, en promedio se registran en el país entre 200 y 240 muertes de este tipo, cifra que se ha mantenido a pesar de que desde 2004 el Ministerio de Minas y Energía publicó el Retie, para minimizar o eliminar los riesgos de origen eléctrico.
Tomado de: El Tiempo
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